Cómo las redes sociales afectan nuestra salud mental

La red social es una plataforma en línea que permite a las personas crear y compartir contenido, como comentarios, actualizaciones de estado e imágenes. La plataforma también se puede utilizar para encontrar amigos, adquirir conocimiento y compartir ideas.

Se sabe que la salud mental de una persona puede verse afectada por su red social y sus usuarios. Esto se debe a que las redes sociales y sus relaciones ofrecen un sentido de pertenencia, lo que puede conducir a la ansiedad, la depresión y los sentimientos de soledad.

Apoyo social

Tener apoyo social es una parte vital de estar bien. Ya sea de familiares, amigos o compañeros de trabajo, las personas que son apoyadas se sienten valoradas y amadas.

También ayuda a reducir el estrés y los problemas de salud mental y si se te mete a la cabeza cómo hackear facebook. Puede ser tan simple como escuchar el oído comprensivo de un amigo, o tan complejo como hacer que alguien lo lleve a una sesión de tratamiento o ayuda con el cuidado infantil.

También hay muchas investigaciones que muestran que la fortaleza de la red social de una persona afecta su salud mental. Esto se debe a que las redes sociales son una poderosa fuente de recursos para las personas que los necesitan, y pueden ayudar a amortiguar los eventos negativos de la vida.

Es por eso que es importante saber cómo construir su propia red social. Esto se puede hacer de muchas maneras, desde unirse a los foros en línea hasta conocer a otros reuniéndose para tomar un café o un paseo por el parque. Incluso puede considerar crear un grupo en el trabajo o una iglesia donde pueda reunirse regularmente con otras personas que están pasando por experiencias similares a la que usted.

Aislamiento social

Como una red social puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental, el aislamiento social puede asociarse con resultados negativos. Por ejemplo, el aislamiento social se ha relacionado con un mayor riesgo de depresión y pensamientos suicidas, así como un mayor riesgo de deterioro cognitivo y demencia.

También tiene el efecto de afectar nuestra capacidad de hacer frente al estrés y puede tener un impacto adverso en la salud física. Además, puede conducir a una mala calidad del sueño y una función ejecutiva deteriorada.

Se ha demostrado que varios factores, incluida la discriminación, el racismo, el ageismo y los cambios sociodemográficos, aumentan el riesgo de soledad y aislamiento social. Sin embargo, los mecanismos subyacentes involucrados pueden ser diferentes para diferentes grupos de personas y en el contexto de eventos o situaciones específicas, como la exclusión social relacionadas con la discriminación, el racismo o durante las estrategias de contención infecciosas relacionadas con la enfermedad, como la cuarentena.

Comparación social

Es probable que aquellos que pasen tiempo en las redes sociales te espian sean más susceptibles a las comparaciones. Podrían comparar su imagen corporal con otras personas, descubrir cuánto dinero tienen o descubrir que las personas en la red de sus amigos parecen más felices y saludables.

Las comparaciones sociales ascendentes, como compararse con alguien que tiene más habilidad o talento que usted, pueden inspirarlo y motivarlo a mejorar sus propias habilidades. En contraste, las comparaciones sociales descendentes pueden llevarlo a sentirse peor consigo mismo.

En 1954, Leon Festinger propuso una teoría de que los seres humanos tienen un deseo innato de compararse con los demás cuando no están disponibles estándares objetivos de autoevaluación.

Las comparaciones sociales son un componente clave de muchas enfermedades psiquiátricas, como la depresión, el dolor y el trastorno de estrés postraumático (TEPT). También influyen en nuestras actitudes hacia los objetivos y las relaciones de la vida.

Ansiedad social

Las personas con ansiedad social a menudo son extremadamente conscientes de su propio comportamiento y no pueden confiar en que su comportamiento es aceptable. Pueden sentir que su comportamiento se está juzgando negativamente, lo que lleva a sentimientos de insuficiencia, inferioridad, vergüenza y depresión.

En muchos casos, esto puede conducir a evitar situaciones sociales y otras formas de interacción con los demás. Esto puede ser particularmente común en los niños, pero también puede afectar a los adultos.

Las personas con ansiedad social también tienen miedo al fracaso y a menudo no están motivadas para lograr sus objetivos y objetivos. Esto puede conducir a un patrón de bajo rendimiento, e incluso pueden aislarse.